SAN JUAN, PR – Marzo 2017 – En la época de los años 50, el inventor del polígrafo, John Reid, también inventó una técnica de interrogación dirigida a reformar las prácticas que se consideraban estándar hasta ese momento. Antes de Reid, el maltrato físico era una forma completamente aceptada de llevar a cabo un interrogatorio. El sistema de Reid consiste en la intimidación mental, donde se deja al interrogado solo por largos períodos de tiempo en un cuarto sumamente pequeño e incómodo, se presentan evidencias falsas que aparentan incriminar al interrogado, se le acusa repetidamente de ser culpable, y se crea un ambiente de tensión que va en aumento hasta que la manera más fácil de detener el proceso es una confesión.

Desde su introducción, el sistema Reid demostró ser muy eficaz en conseguir un alto porcentaje de confesiones, y se convirtió en el dogma de la policía para todos los interrogatorios. De hecho, es por ese sistema que existe la jurisprudencia federal de los "Miranda Rights" del 1966, que obliga al interrogador a leerle los derechos al sospechoso antes de interrogarlo, incluyendo el derecho a evitar la auto incriminación.

Ahora, una de las compañías de consultoría más usadas por la policía y otras organizaciones de ley y orden en todos los Estados Unidos, anunció que dejará de usar y enseñar la técnica Reid. La firma Wicklander-Zulawski & Associates determinó que este método de confrontación no es efectivo, ya que muchas veces resulta en confesiones falsas. Con la llegada de las identificaciones por ADN, y el Proyecto Inocencia de 1990, se descubrió que una tercera parte de las exoneraciones se debían a confesiones falsas. "Más y más clientes nos piden que se remueva esa técnica de los entrenamientos que les damos, basados en las investigaciones académicas que demuestran que otras técnicas conllevan menos riesgos", dice Shane Sturman, presidente y CEO de la empresa, la cual entrena a casi todos los departamentos de la policía, FBI y CIA, entre otros. Las teorías de los académicos sobre las razones por las cuales la técnica Reid lleva a confesiones falsas incluyen: condiciones mentales, ser interrogado sin un abogado o familiar presente, y sufrir por días en una celda antes de ser interrogado.

Sin embargo, el presidente de John E. Reid & Associates, Joseph P. Buckley, quien dirige la empresa que vende las licencias para uso de la técnica Reid, dijo estar en desacuerdo con la decisión de Wicklander-Zulawski, llamándola "engañosa y falsa". Según Buckley, la técnica se ha probado repetidamente en corte, y no usa la confrontación a menos que se tenga evidencia que identifique al sospechoso como el culpable. Ademas, desmiente el argumento de Wicklander-Zulawski que indica la falta de actualidad de la técnica Reid ante los avances científicos en las ciencias forenses y las actualizaciones al sistema legal, asegurando que Wicklander-Zulawski no está usando las últimas versiones de la licencia.

"En algún momento la técnica tiene que asumir su responsabilidad", comenta Saul Kassin, profesor de psicología en la Universidad de Justicia Criminal John Jay, y experto en interrogación. "Lo que Wicklander-Zulawski descubrió es que una vez comienzas por el camino de los trucos y las mentiras, hay abusos inherentes en el sistema. No hay una línea clara que divida cuál es la cantidad de trucos que es válida y cuál no." Los expertos aseguran que la decisión de Wicklander-Zulawski & Associates marca un punto sin retorno para las técnicas de interrogación en todos los Estados Unidos.

Mi opinión como experto en técnicas de interrogación es que la técnica Reid debió ser re-evaluada y cambiada hace tiempo, o eliminada. En mi experiencia, las técnicas de halago y de aumentar el ego, estudiar las micro-expresiones y observar los movimientos involuntarios de ojos y manos son más eficaces, tanto en una entrevista como en un interrogatorio. En una entrevista, donde el objetivo es obtener información y descubrir si la persona entrevistada sirve como testigo, estas técnicas ayudan a determinar la veracidad y confiabilidad del entrevistado, y lo inspiran a ser más cooperador. En una interrogación a un sujeto que se sospecha cometió un crimen, las técnicas antes mencionadas le permiten al interrogador dirigir el interrogatorio de manera que el acusado se sienta más cómodo e inspirado a decir la verdad. Cuando se apela a las emociones, y se le hace ver al interrogado lo grande y valioso que es para resolver el caso, hay más y mejores oportunidades de conseguir información valiosa, incluyendo una confesión. Es refrescante ver que aún técnicas como la Reid, considerada un baluarte de los procesos investigativos, pueden ser estudiadas y encontradas obsoletas. Eso nos da la esperanza de un mejor futuro, donde todos los acusados que entren al sistema como criminales, lo sean realmente.

Fernando Fernández,  PI, BAI, CCDI, CII, CAS

Presidente - Covert Intelligence, LLC

Fernando Fernández se dedica a la investigación privada en el Caribe desde hace más de 10 años con su compañía Covert Intelligence, LLC. Además de ser experto en investigaciones tecnológicas y de informática forense, se especializa en lenguaje corporal y micro/macro expresiones, investigaciones criminales, y ofrece seminarios sobre el arte de la interrogación. Es autor de la novela "Paradise Undercover", basada en sus experiencias en investigaciones en el Caribe.

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